Un Venga Conmigo que se hizo realidad.

Volviendo de tormentosas fechas y viaje, he regresado con la utopía de postear lo que ha sido la experiencia mas heavy del ultimo tiempo a nivel familiar. Algo con lo que soñe 20 años y se hizo realidad.


Todos recordaremos esas entretenidas tardes de domingo al lado de un televisor y ese programa que rechinaba alegría: "Venga conmigo". Yo me acuerdo de l@s modeloc@s que siempre salian haciendo show, la generacion 2000 con la coty, el paul, la chabe cuando era joven, y un monton de pequeñas promesas juveniles que fueron apaciguando su luz a medida que llegaban a la adultez. Que decir del detective (o que se yo) Vallejos que encandilaba con su particular voz que narraba los sucesos mas escalofriantes, mas a la vez permitidos en un horario familiar en el canal catolico. Y no me olvido de los años de oro del Pollo Fuentes en donde brillaba hasta cuando daba los resultados de los juegos de loteria o buscaban a los mister musculos. Sin comentario los Corazones Service.

Mucha gente mantiene intactas estas personalidades al recordar el programa, pero yo veo desde otro lado del prisma y tengo la tendencia a reflexionar sobre la sección donde reencontraban a la familia. 20, 30, 40 (y no es la canción de año nuevo), hasta 50 años de lejanía que nunca llegué a comprender más allá de la mente de una infante con un nucleo familiar "normal".

Lo declaro. Yo no tengo abuelos. A uno lo atropello la linea del tren de La Serena y vislumbro su muerte al pie de una cama de hospital junto a mi padre y tía. El otro susodicho nunca apareció, nunca supe su nombre, sus formas ni olores. La familia materna, que se caracteriza por ese matriarcado que hoy escupo, guardo en estricto orden cada dato correspondiente a su persona. Todos, incluida yo, llegamos a un momento negar su presencia, sin saber que se encontraba más cerca de lo que nosotros pensabamos.

Año 2007, mi madre y mi hermano, patiperreando por las calles de la ciudad papaya dieron con un lugar que nunca en su vida habian pisado y que además era la posible solución a lo que necesitaban: La Sociedad de La Serena... lugar de encuentro de las personas de tercera edad pertenecientes al casco antiguo que pasan sus horas divirtiendose entre comida y cartas. Y entre tanta conversación, es imposible negar que la frase siguiente llegó al interior de mi madre: "Te acuerdas de Hernán Esparza? Esta muy grave". La Pelu, mi querida madre, ha pasado por los ultimos años una regresión hacia el bien que cada vez me sorprende más. Y en esta ocasión no fue la excepcion al averiguar los datos de su padre y terminar la deuda que tenian pendiente. Simplemente CONOCERSE.

No me acuerdo cuando fue, como ocurrio, y que sentimientos vivio cada uno de los afectados en esa reunion. Mi madre se sentia por primera vez tranquila familiarmente hablando, mi hermano en cambio, convivio el rato caballerosamente, y don hernan... esta persona desaparecida... sepamoya que pasaba por su cabeza.

De a poco, los viajes a Serena tan recurrentes en mi familia, pudieron darle la posibilidad hasta a mi padre de conocer a su suegro por primera vez... y en realidad por parte intima debio haber sido utopico conocer a tu suegro luego de 30 años de matrimonio con la hija.

En fin... llegó Febrero y con ello una nueva oportunidad de viaje hacia Serena que en realidad me obligaron y llegué. Los 3 dias que me mantuve en esa ciudad fueron los mas desoladores y solitarios que habia pasado, ni durante mi estancia solitaria en la V region me habia sentido tan mal. Luego de una cabina telefonica inundada de llanto que llenaba la recova con pequeñas olas de tristeza, me dedique a llenar las fuerzas necesarias para tomar el paso siguiente: conocer a tal caballero ausente.

No me costo llegar y tenia la ventaja de poseer en mi memoria un retrato fotografico de él. Verlo fue cuatico. Conversar con el fue desconcertante. Pero ver las fotos de las nietas que pudieron contar con su presencia inminente, me devolvio a ese estado de niña en el cual soñaba con el abuelo ideal que de un dia a otro daria su cara y voluntad por la felicidad de sus retoños perdidos. Lloré tal niña desesperada perdida que no tenia sur ni norte frente a la persona que me miraba. heavy. Entre mas que lo observaba menos me veia en el, y menos sentia que podria pertenecerme su persona.

En total... estuve como unas tres horas y algo. Fui sola. Me llamo Malki en plena conversa y pude relajarme con una voz amiga. Me compro chocolates, en total 2, que se los traje a mi familia y uno me lo comi junto a mi pololo (¿?). El caballero estaba enfermisimo, y objetivamente puedo pronunciar que no tenia sensibilidad de su lado izquierdo; su palabra mas concurrida era caramba; era moreno; pelao; sin bigotes ni barba (algo que odio en los hombres); le tiene un tremendo cariño a mi bro, respeto a mi padre y por sobretodo ganas de recuperar el tiempo con mi mama.

Si. Lo acepto, esta historia es mas cebolla que miriam hernandez y marco antonio solis cantando juntos la cancion del ramito de violetas, pero tengo un dato que ni el propio Pollo Fuentes podria comentar. Al tomar colectivo de vuelta a mi residencia serenense, me di cuenta que se me habia quedado el celular... y como en tantas otras oportunidades me desprendi del artefacto y lo entregue a lo que quisiera el "tata", total, que podria hacer. Sin embargo, dieron las 9 PM y tocan la puerta de la centrica casa hospedada por mi persona siendo el individuo menos pensado de esa hora. El hermanastro de mi vieja la Pelu, que nadie conocia hasta ese momento, dio la cara y lo vi, tartamudie y hoy tengo el celular en mis manos.

Saludos.

PD: No es ficcion.